Cactus Andante (o los desafíos de la prensa musical en 2023)

Por Utzu García

Un martes de noviembre, tuve la oportunidad de ver en Bar de René a Cactus Andante, banda oriunda de San Antonio que, simplemente, se puede anotar varios hitos poco frecuentes en el circuito capitalino de tocatas: primero, llenaron un martes; tenían gente haciendo fila; mantuvieron la expectación de principio a fin y; dieron cuenta de una complicidad con su público arrolladora y emotiva que se extiende, por si fuera poco, a aquellos que llegamos sin ser fans.

Llamativa la puesta en escena de los porteños que, en un pequeño escenario, mostraron desde lo visual una identidad individual, cada músico parecía preparado para una presentación distinta uno del otro. Todos vestidos diferente, pero que desde la interpretación estuvieron siempre como un solo cuerpo, con la mente puesta en dos objetivos: hacer las delicias de los asistentes al tradicional recinto de Barrio Italia y honrar la memoria de Gustavo Amaro, bajista original de la agrupación, fallecido hace poco más de un año en un accidente laboral.

Dejé esta columna para recién ahora, porque mientras asistía al concierto pasaron muchas cosas en mi cabeza y en lo que hoy el mercado llama “la experiencia de consumo”: la banda subió al escenario antes de que terminaran de ingresar los asistentes, ejecutando un setlist robusto y contundente, combinando tracks de “Gritan las nubes” (su debut de 2017) y los sencillos que desde entonces han compartido al mundo, además de un puñado de composiciones aún inéditas, que dan cuenta que la voluntad creativa de la banda de la quinta región no se detiene.

Una apuesta de rock y punk que ha derivado en un pop más crudo, pero que mantiene intacta la identidad del cactus y que en cada show alimenta y aumenta el idilio entre el artista y su audiencia.

Lo que me dio para pensar, ¿por qué – recién abriendo el 2023 – me decido a publicar una columna sobre un show de hace casi dos meses? Por que resulta que hay historias que todos los días pueden ser nuevas para alguien, más aún si no existe mayor interés en contarla. El local cumplió con el espacio y el sonido, la ticketera funcionó bien, el público respondió al llamado y la banda estuvo a la altura de lo que un show del circuito de espectáculos musicales requiere.

Hay alguien que suele no cumplir, cuando se trata de reportear, difundir y documentar las andanzas y hazañas de la escena independiente: la prensa musical. Hay que preguntarse cuál es el rol que están cumpliendo los medios que se autoproclaman difusores de la música. Es frecuente ver a periodistas, comunicadores y aficionados que sostienen alguna plataforma pelearse por acreditaciones para festivales o conciertos de estrellas internacionales pero, a la hora de aportar con algo nuevo, que el público quizás no sepa, simplemente desaparecen por desinterés o falta de compromiso. Es que, claro, no es lo mismo una selfie con una banda de provincia que busca abrirse espacio que a 5 metros de alguna banda mundialmente famosa.

Entonces, la pregunta que nace es, ¿cuál es el rol de un comunicador que se integra al área de la música, cultura y espectáculos? ¿dar cuenta en un medio pequeño sobre una noticia que ya dieron a conocer los medios grandes y que, por lo tanto, no leeremos en el medio pequeño? ¿Contar a las audiencias lo que está pasando en nuestra escena? No se trata de ir a tirarle flores a cualquier artista que se suba a un escenario en un micrófono abierto. si el circuito ofrece shows de baja calidad, también hay que dar cuenta de aquello. Como pasa en el cine, el teatro, el deporte, el cine… ¿por qué en la música no se puede ser crítico con la calidad de lo ofrecido?

El 2023 plantea un interesante desafío para la prensa musical chilena: salir del espacio de comfort. Es fácil ir y hablar de canciones que se conocen de memoria, con “improvisaciones” en vivo incluidas. Pero, ¿qué tal ir y escuchar algo nuevo? ¿No suena atractiva la idea de dar cuenta de lo que están haciendo los artistas a nivel local en las atribuladas calles de Santiago y otras grandes ciudades del país? ¿De verdad nadie quiere hablar de la fascinante escena en Valparaíso, Valdivia, La Serena o Antofagasta? Obviamente que hay medios que hacen esa pega de manera formidable, y se les agradece porque hacen un gran esfuerzo, pero faltan manos aquí.

Partiremos tomando el guante. Invítennos a cubrir sus eventos en vivo y quienes quieran colaborar también serán bienvenidos. De todos depende que la música chilena crezca. Además, podremos añadir nuevas canciones de nuevos artistas a nuestras playlists y disfrutar de más y mejores espectáculos en vivo. Como los que ofrece cactus Andante en diversos puntos del país.

Conciertos, Industria Musical, Opinión, Rock

5 thoughts on “Cactus Andante (o los desafíos de la prensa musical en 2023)

  1. Que buena nota, y que grandes verdades dices respecto a la banda y a la prensa musical nacional actual…espero que más de tus colegas se atrevan a descentralizar la música nacional e ir a ver y comentar a mas bandas nuevas e independiente. En regiones hay grandes escenas y grupos…para no ir tan lejos. San antonio tiene una importante escena musicaL echenle un ojo!…saludos

  2. Gracias por la nota …. sin duda es vital poder ayudar a la bandas emergentes en este camino de tan difícil q es la cultura y la autoestima

  3. Agradecido en lo que nos toca como banda y de acuerdo en lo que respecta por el interés general por la música que no goza de apellido o cartel, un abrazo!

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